Aunque el sector gubernamental cumple un importante papel por medio de estos centros, su labor se paraliza justo en estas fechas claves, mientras empieza una nueva contratación de talleristas, directores y coordinadores de los diferentes programas que se enseñan allí.

“Los barrios mantienen un activismo que requiere que en el ámbito municipal se estudie la posibilidad de darle continuidad a los servicios de las Casas de la Cultura durante los 12 meses del año”, explica el profesor Winston Manuel Licona Calpe, del Departamento de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.

Este fue uno de los resultados de investigación sobre las prácticas de la gestión cultural de la ciudad.

El docente comenta que las Casas de la Cultura de Manizales cumplen un papel muy importante para generar actividades de ocio creativo con los jóvenes y los niños, además de acompañar tanto a las madres cabeza de hogar como a los adultos mayores para que aprovechen el tiempo libre.

De ahí la importancia de generar un apoyo continuo, ya que se encontró que en estos espacios se crean grupos de base, especialmente en el campo musical (rap, hip hop y reguetón, entre otros) que cuentan con el apoyo del Instituto de Cultura y Turismo de la capital de Caldas.

Las artes plásticas y visuales y la danza también son actividades que se impulsan en estos lugares.

“Sería ideal que existiera un régimen especial, a través de una norma o un acuerdo, para que esto no se detenga”, manifiesta el investigador.

Apoyo complementario

El investigador Licona Calpe aclara que en la ciudad también existen otros escenarios para que las personas puedan aprovechar su tiempo libre y no precisamente en una Casa de la Cultura.

Esta investigación destaca que la ciudad cuenta con nueve centros integrales de servicios comunitarios (Cisco), en barrios en condición de vulnerabilidad. Tales lugares han sido de gran acogida para las personas por su buena infraestructura, pues además sirven de escenario para resolver problemas intrafamiliares, atender servicios sociales y médicos, entre otros.

Este análisis, realizado por el Grupo de Investigación en Teoría y Práctica de la Gestión Cultural de la U.N. Sede Manizales, detectó que la ciudad cuenta con cerca de 104 organizaciones que ejercen actividades culturales en sus diferentes comunas, en áreas como literatura, teatro, danza y música.

El profesor Uriel Bustamante, director del pregrado en Gestión Cultural y Comunicativa, indica que a pesar de que están constituidas en el papel, en la realidad tienen deficiencias frente a su calidad para realizar planes de mercado o institucionales, manejo de recurso humano e identificar fuentes de financiamiento para que perduren en el tiempo.

El docente concluye que este tipo de investigaciones evidencian la necesidad de incorporar gestores culturales profesionales en las organizaciones, comunidades e instituciones culturales.

Las dinámicas de la gestión fortalecerían los procesos de las organizaciones, por ejemplo de recursos y planeación, estrategias para cristalizar los proyectos. Por eso desde la U.N. se les invita a que aprovechen las convocatorias que existen en el país y en el mundo.