Los estudiantes Catherine Roldán Grajales y Andrés Vallejo Duque, de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, explican que normalmente las personas aprenden algún tipo de contenido por medio de dos canales: texto y audio. 

Con base en dicha información, ellos crearon el prototipo que agrega estos canales, texto y audio, por destellos de luz y estímulos eléctricos que pasan al cerebro cuando la persona se pone la diadema y enciende el dispositivo. 

Para que el prototipo funcione debe estar conectado a un celular y contar con la aplicación Wlingua, que ayuda al aprendizaje de este idioma y además ofrece una calificación de 0 a 10. 

“Cada vez que la persona escucha una palabra de este programa, el sistema convierte la señal en un impulso eléctrico que llega directamente a la diadema; cuando esto ocurre, titila un bombillo led que tiene implementado”, comenta el estudiante Andrés Vallejo Duque. 

El destello lumínico fue adicionado “porque el ojo recibe las ondas directas o reflejadas de la luz, y mediante un bombillo led son convertidas en un impulso eléctrico y son transportadas por el nervio óptico al cerebro”, detalla. 

Para desarrollar este prototipo, los estudiantes tomaron como referencia un estudio realizado en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, el cual demostró que aplicar corrientes débiles a través del cráneo mejora tareas motoras sencillas. 

También se basaron en una investigación de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), en la que se demostró que al enviar impulsos eléctricos hacia el lado izquierdo del cerebro mejora la capacidad de recordar. 

Los investigadores aplicaron pruebas con este prototipo a tres estudiantes de edades entre los 18 y 21 años de edad durante dos semanas. 

Por medio de Wlingua les hicieron una evaluación para saber en qué nivel de inglés se encontraban, y después realizaron las pruebas que trae la aplicación. 

En la primera semana se hicieron las pruebas sin estimulación mientras que en la segunda se llevaron a cabo con la estimulación. “Después hicimos un contraste de los datos obtenidos entre las dos semanas, para comparar los resultados del aprendizaje”, dice la estudiante Roldán Grajales. 

Al respecto señala que al estimular las diferentes personas con el dispositivo se observó que, en promedio, hay un incremento aproximado del 22,96 % de las calificaciones de la semana en relación con quienes no fueron estimuladas. Es decir que la semana sin estimulación tuvo un promedio general de 6,36, y con estimulación de 7,82. 

Esto les permitió establecer que al adicionar los dos nuevos canales el aprendizaje mejoró en tan solo una semana, en la que se hizo la prueba con el dispositivo. 

“Aprender un idioma puede resultar complejo, debido a la falta de memoria, retentiva, falta de concentración u otros factores”, explica la estudiante Roldán. Por ello considera que el prototipo creado podrá ser una herramienta útil para los futuros profesionales o las personas interesadas en viajar al extranjero. 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en la actualidad hay alrededor de 6.500 lenguas en el mundo. Además la variedad de idiomas complica la comunicación entre países. 

“Esto hace que aprender otras lenguas sea de gran utilidad para la economía y el desarrollo de los países. Máxime en un mundo globalizado en el que los países en desarrollo dependen de las grandes industrias mundiales para salir adelante”, contextualiza la estudiante Roldán.