El prototipo es un circuito que permite estimular el área de la muñeca y sustituye las terapias con el especialista, además de facilitar el tratamiento adecuado de esta patología conocida como “síndrome del túnel carpiano”.

Sus síntomas se caracterizan por cosquilleo y adormecimiento de los dedos, dolor en el pulgar, ardor en la muñeca, cambios en el tacto o sensibilidad a la temperatura, debilidad para agarrar, movimientos torpes de las manos, e inflamación de estas y del antebrazo.

La estudiante Luisa Fernanda Morales Ramírez, de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, diseñó este dispositivo dentro de la asignatura Electromedicina que dirige el profesor Jorge Hernán Estrada Estrada.

La estudiante explicó que para medir la fuerza se le pide al paciente con estos síntomas que presione una pelota de hule durante 30 segundos, la cual está conectada a un sensor de fuerza, a través de un circuito electrónico o una resistencia en serie.

Este sensor se encarga de medir la fuerza que tienen las personas en la muñeca y en el antebrazo, y registrarla por medio de un multímetro, equipo que entrega valores entre 0 y 7 voltios.

La investigadora explicó que para definir cuánta fuerza realiza cada persona se consulta una tabla que indica cuántos voltios equivalen a una fuerza. Por ejemplo, el equivalente de dos voltios es de 0,286 kg, mientras que el de 7 es de 1 kg de fuerza.

Medicamentos y ejercicios

La estudiante Morales precisó que existen varios tratamientos para mejorar los síntomas del síndrome del túnel carpiano, entre los cuales se encuentran medicamentos, ejercicios terapéuticos, terapias alternativas y cirugía. Sin embargo enfatizó en que con su dispositivo y el posterior tratamiento se pueden conseguir buenos resultados.

Explicó que las personas que tienen síntomas de túnel carpiano reciben terapia con un electro-estimulador, en sesiones diarias de 10 minutos durante una semana.

“Una vez terminada la terapia se mide nuevamente la fuerza y se compara con el registro inicial para analizar su efecto y determinar si se presentan mejorías en los pacientes”, dijo la investigadora.

El prototipo ya ha sido ensayado con los estudiantes de su clase. A una de sus compañeras, por ejemplo, la primera medida le registró un valor de 3 voltios, que equivalen 0,429 kg fuerza, o 429 gramos fuerza.

Después de las terapias con la aplicación de electro-estimulación y de volver a medir la fuerza, se registraron 4,8 voltios, es decir 0,685 kg fuerza o 685 gramos fuerza.

El profesor Estrada agregó que para prevenir un avance progresivo de la enfermedad se requiere un diagnóstico inicial a partir de ejercicios terapéuticos, pero muchas de las personas que lo padecen no disponen del tiempo para asistir a las sesiones requeridas.

“Las personas que utilizan constantemente el computador pueden presentar estos síntomas e incluso llegar hasta una cirugía, por lo que este dispositivo será una ayuda de prevención y terapia para evitar que la enfermedad se acelere”, concluyó el docente.

El costo de este medidor es de alrededor de 30 mil pesos mientras que el estimulador eléctrico comercial vale cerca de 60 mil pesos.