Adrián de Jesús Vargas del Río, egresado de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, explica que esta herramienta ayuda a manejar tres puntos críticos: vender más, tener mejores márgenes de utilidad y una rotación inteligente de los flujos de caja.

“Creinmus es un acrónimo formado a partir de las palabras: creatividad, que es punto de partida del proceso; innovación, como el fin último del mismo; y musas, retomando las fuentes de inspiración de la mitología griega. Busca que una idea se pueda desarrollar y además sea valiosa para la sociedad”, señala su creador.

Vargas del Río agrega que la metodología representa un proceso de acompañamiento que implica identificar el problema, tomar un camino para solucionarlo, generar ideas innovadoras, seleccionar la mejor y, por último, llevarla al mercado y que sea aceptada en la sociedad.

A prueba con estudiantes

Creinmus fue utilizado por estudiantes de la asignatura de Gestión de Proyectos de octavo a décimo semestre de las ingenierías Eléctrica y Electrónica de la U.N. Sede Manizales.

Los estudiantes entendieron con el acrónimo que los procesos de innovación no los desarrolla un individuo, sino que los hace un equipo de trabajo en el que se cumplen diferentes roles.

Por eso, se identificó el perfil de las personas con más habilidades para desarrollar o ejecutar, quiénes son los creativos o visionarios y también los organizadores logísticos.

Además también se buscó a los evaluadores (revisión del proyecto) y a los escribas o tomadores de notas con el fin de no perder detalle alguno de la idea. Un sexto participante es un concertador que mantiene la sinergia o el equilibrio para lograr el objetivo.

“Por último aparece el identificador, que es la persona que revisa los problemas y oportunidades que pueden existir en la idea o proyecto innovador”, asevera el egresado de la U.N., quien además es premio iberoamericano de creatividad e innovación.

Como herramientas del juego se buscó que los estudiantes determinaran las necesidades del producto, qué emociones son las que transmite, las dimensiones, los sentidos y las motivaciones del mismo.

En resumen, primero se preparó el escenario y las personas, después los estudiantes identificaron los problemas y oportunidades en el proceso, acto seguido se hizo un análisis de la magnitud del problema para plantear una hipótesis de solución. Posteriormente se analizó la manera solucionarlo y finalmente se ejecutó.

La metodología se ha usado en procesos de consultoría en Colombia, México, Guatemala y Nicaragua, con más de 200 empresarios, también está orientada al logro de las metas de las empresas, entendiendo que se requiere trabajar en la mentalidad, estrategias innovadoras, técnicas y acciones concretas.

Para apoyar prototipos

La creación de unos sensores que permitan abrir puertas a distancia para ayudar a las personas sin movilidad en los miembros inferiores, y un envase para empacar leche que se venderá directamente al consumidor final son algunos de los prototipos que estarán listos a final del semestre académico y que fueron estudiados con esta metodología, como una aproximación a la formulación de proyectos con diversas herramientas.

El profesor José Fernando Correa Meza, de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la U.N. Sede Manizales, ratifica que es necesario convertir el aula con una asignatura como Gestión de Proyectos, a través de un espacio que estimule las ideas de los estudiantes y su desarrollo, así como explorar el potencial que poseen para generar habilidades de creatividad e innovación.

Es así como se pretende acercar al estudiante a temas como el desarrollo tecnológico, el emprendimiento y los proyectos empresariales asociados a la capacidad de identificar necesidades reales en contextos como el empresarial, el universitario y el social, de tal manera que traten de integrarlas a programas de desarrollo local, regional o nacional y así se gestionen adecuadamente los proyectos en sus fases de formulación y puesta en marcha.