Toda la dinámica del sector cultural en el país carece de dos elementos básicos: el primero es que no hay profesionales capacitados para desarrollar dicha actividad, y el segundo la necesidad de rescatar la gran experiencia empírica.

Con la Maestría en Gestión Cultural, más allá de fortalecer un espacio académico –en el cual se evidencien formaciones como la planeación, el diseño de políticas y proyectos–, se busca que se asuma un rol social y político que aporte al contexto cultural del país.

Desde el punto de vista social, el magíster formado en la Universidad tendrá que dar respuestas concretas y tomar de decisiones a los problemas culturales de Colombia.

“Si tenemos acceso a la institucionalidad que toma decisiones en cultura, con gente profesional, lo más seguro es que no solo se haga visible la gestión cultural como profesión, sino también la Universidad como pionera en este tema”, explica el profesor Uriel Bustamante Lozano, director de la Maestría.

El posgrado estará en la U.N. Sede Manizales en los próximos semestres, cuando se le asigne el código del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) por parte del Ministerio de Educación Nacional.

Deuda nacional

El profesor Winston Manuel Licona Calpe, uno de los gestores de esta iniciativa, indica que la diversidad geográfica de Colombia, sumada a la diversidad cultural de las regiones, hacen que el país tenga un enorme potencial para la gestión cultural, y sobre todo para la profesionalización.

“Existe una deuda pendiente con la configuración cultural de Colombia, especialmente con sectores rurales que se vieron afectados no solo por el conflicto armado sino también por el desarrollo socioeconómico que, de cierta manera, fueron excluidos”, manifiesta el docente.

Así mismo, agrega que la gestión cultural no solo es un asunto de activismo urbano o de acompañar procesos en las ciudades, sino también de apoyar a las comunidades rurales y vulnerables con políticas públicas y estratégicas, máxime en este momento de posacuerdo, que permitirá avanzar en un país mucho más armonioso.

Proyección social

Licona Calpe asevera que en el país hay cerca de 100 mil gestores en 1.102 municipios, lo que reafirma que este campo tiene una gran proyección.

De otro lado, Juan Manuel Castaño Molano, decano de la Facultad de Administración de la U.N. Sede Manizales, puntualiza: “es un sector que va en dinamismo. Por eso la Maestría llega en un momento pertinente, como el posacuerdo, en el que no solo se realizará investigación sino que también se buscará aplicar conocimientos aprendidos a la resolución de problemas concretos, que permita establecer una conexión con las realidades de las instituciones”. 

El contexto requiere de profesionales que ocupen cargos institucionales en cultura. Por eso es importante que este posgrado forme profesionales e investigadores para que no solo se profesionalice el área, sino para que también permita desarrollar la gestión cultural desde el punto de vista político e institucional. 

Este programa juega un papel fundamental en el posacuerdo porque con él se busca fortalecer los mecanismos de participación y democracia, eventos sobre los cuales se realiza cualquier ejercicio de gestión cultural. 

“En Colombia se debe establecer una relación más estrecha entre la economía, la política y lo social, con la cultura, para fortalecer el producto interno bruto del País. También se busca que con la profesionalización de la gestión cultural se tengan nuevas formas de inclusión social”, concluye el profesor Carlos Yáñez Canal. 

El fortalecimiento de las identidades, el diálogo en la diferencia juega un papel fundamental en vista de que la Maestría como espacio académico también convoca diversos puntos de vista, saberes y personas que trabajan la cultura.