Esta iniciativa, que se realiza en coordinación con el Ministerio de Educación Nacional, busca fortalecer las competencias académicas de los estudiantes de la media vocacional de instituciones rurales, con el fin de facilitarles un mayor acceso a la educación superior.

Carlos Mario Ramírez Guapacha, coordinador de este proyecto desde la U.N. en la capital de Caldas, explica que los estudiantes asisten a 128 horas de clase (ocho semanales durante cuatro meses) en cinco asignaturas de interés para alcanzar un mejor rendimiento en las pruebas Saber 11. “Cincuenta profesores de esta Institución –cinco por cada municipio– les imparten conocimientos a los futuros profesionales”, manifiesta.

Hasta septiembre de este año, los jóvenes recibirán 36 horas de matemáticas, 20 de química y biología, 20 de física, 36 de lectoescritura y 16 de análisis de imagen.

Educación para la paz

El profesor Germán Albeiro Castaño Duque, director del Grupo de Investigación Cultura de la Calidad en la Educación, explica que para este proyecto se escogieron comunidades con poco acceso a la educación superior y de municipios que presentan un bajo logro educativo en las pruebas de Estado y que han sido asociados con el conflicto armado.

El docente explica que se seleccionaron 30 instituciones educativas rurales, cinco en Aguadas, una en Aranzazu, dos en Belalcázar, dos en Filadelfia, tres en La Merced, cinco en Marmato, tres en Palestina, seis en Pensilvania, dos en Salamina y una en Viterbo.

“Se busca que los estudiantes de las zonas rurales no solo tengan mejores condiciones de vida, sino que también puedan acceder a la educación de calidad y potenciar esas zonas del país”, indica el profesor Castaño Duque.

Simulacro de exámenes

Los estudiantes, quienes empezaron a recibir clases desde mediados de abril, tendrán 10 simulacros de exámenes –dos por cada área de formación– para que lleguen mejor preparados a las pruebas Saber 11.

Los expertos del Programa de Preparación para la Vida Universitaria y quienes cuentan con altos conocimientos en las preguntas de la prueba Saber 11 y en el examen de admisión a la U.N., fueron invitados a construir los documentos o módulos que complementan la capacitación de los jóvenes.

EL coordinador Ramírez Guapacha precisó que se construyeron cinco documentos –uno por cada área del conocimiento–, los cuales son entregados a los estudiantes.

En los diferentes municipios también se tuvo un encuentro con los padres de familia de los estudiantes seleccionados, para explicarles el proceso de formación y la importancia de generar desde el hogar el interés de los jóvenes por continuar estudios superiores para llegar a ser agentes de cambio y transformación de sus territorios.