Dichas prácticas se enfocan en actividades ambientales en el diseño; la selección de materias primas; los procesos productivos y de logística inversa; la recuperación de la inversión e inclusión de los clientes; el diseño del producto; la reutilización de materiales; la logística inversa, y la distribución al consumidor final. 

Así lo explicó Katherine Salazar Ospina, magíster en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, quien realizó un análisis estratégico a partir del modelo de prácticas de gestión verde en las empresas industriales del sector metalmecánico de Manizales. 

Dentro de los resultados, la estudiante destaca que el 57,1 % de las empresas viene implementado prácticas ambientales en cuanto a recuperación de materiales, reducción en el consumo de energía eléctrica, además de la construcción de políticas para tener una tecnología más óptima y eficiente que permita fortalecer sus negocios y tener mayor participación en el mercado mundial. 

“El análisis estadístico evidenció que el mayor nivel de implementación de estas prácticas se da en las grandes manufactureras, ya que están realizando acciones constantes para involucrarlas en sus procesos verdes. Por su parte la mediana empresa se encuentra en proceso de adaptación y ya están involucrando en sus procesos tales prácticas”, manifestó la investigadora. 

El instrumento que utilizó para realizar la evaluación incluyó preguntas como: ¿en el diseño de los productos, se considera la reducción de materiales o de energía? ¿Se recuperan materiales o componentes en algún proceso o incluso en productos al fin de su vida útil? 

Además se incorporó un análisis interno y externo para que las empresas relacionaran el conjunto de actividades asociadas con aspectos políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legislativos que permiten un análisis del entorno externo e interno. 

Mejores rendimientos 

La investigadora precisó que este sector contribuye con el 36 % del empleo industrial (2.460 empleos directos y más de 2.000 indirectos) y con el 20 % del empleo total de la ciudad, si se tiene en cuenta que existen alrededor 473 empresas. 

Agregó que “de ahí desprende la importancia de evaluar sus prácticas verdes identificadas a lo largo de la cadena de suministros (diseño, compras, manufactura, distribución y logística) y su correspondiente interacción con las fuerzas competitivas que plantea Michael Porter: amenaza de nuevos entrantes, poder de negociación de los proveedores, amenaza de productos sustitutos y rivalidad entre los competidores existentes”. 

La estudiante de maestría indicó que después de realizar las correlaciones entre estas variables se estableció que en el caso de diseños verdes y sustitutos; manufactura verde y competencia; y distribución verde y rivalidad del mercado, los coeficientes de correlación tuvieron un nivel muy alto: 96,4, 97,1 y 91,2 respectivamente. 

Igualmente, entre compras verdes y proveedores, y entre logística verde y compradores, los coeficientes de correlación tuvieron un nivel alto. 

A partir de ahí la estudiante desarrolló un modelo de prácticas de gestión verde en las empresas industriales del sector metalmecánico de Manizales, que les permite a las empresas mantener o mejorar sus rendimientos. 

Este abarca todos los aspectos que conforman la organización: mercado, competencia, proveedores, manufactura y los nuevos entrantes al mercado. De esta manera se logra un conocimiento del entorno, las fortalezas, oportunidades de mejora y amenazas. 

“A partir de las prácticas de gestión verde que se involucran a lo largo de la cadena de suministros de las empresas del sector metalmecánico se identificaron estrategias según la práctica y acción referente a la fuerza competitiva”, detalló la magíster. 

En diseño verde, por ejemplo, se propone realizar alianzas con proveedores, además de seguir implementando estrategias ecológicas; en manufactura verde se sugiere realizar actividades medioambientales y estrategias ecológicas. 

La magíster enfatizó en que es necesario ampliar y profundizar en estudios relacionados con la estrategia de crecimiento verde en el ámbito de otros sectores económicos nacional y territorial, con el fin de tener una visión integral de la percepción de los empresarios respecto al papel que deben desempeñar dentro de su participación en la gestión ambiental y mitigación de los daños causados al medio por los procesos que se desarrollan.