Así lo explica Ana Julia Morales Villamil, estudiante de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, quien realizó 35 encuestas vía correo electrónico –en Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Antioquia y Tolima– a grandes y medianas productoras, para determinar su nivel competitivo.

“En el país la producción de leche es uno de los sectores de mayor impacto socioeconómico, ya que de esta actividad dependen directamente más de 450 mil familias y más de 1,2 millones de familias de manera indirecta. Por eso es importante saber si en Colombia las grandes y medianas empresas cuentan con buenas herramientas para su producción”, precisa la estudiante.

Transformación de la leche

La investigadora sostiene que las organizaciones de estas regiones del país tienen, además, una buena respuesta de su desarrollo institucional, porque realizan procesos de transformación de la leche.

“Esto quiere decir que su producción de queso, yogur y otros lácteos indica que la transformación dentro de la finca o la empresa logra una mayor competitividad”, dice la estudiante. 

En cuanto a infraestructura y conectividad, la encuesta también mostró que todas las empresas consultadas en esta investigación muestran un desarrollo alto.

“El hecho de tener mayor cercanía a las ciudades o estar dentro de estas, contar con una buena cobertura de carreteras, poseer sala de ordeño y corral de manejo, entre otros factores, mejora la calidad de la leche (composición y sanidad)”, afirma Morales Villamil.   

Buenas prácticas

La encuesta también evidenció que los trabajadores están altamente capacitados en buenas prácticas de ordeño y ganaderas. Además no hay mucha rotación o cambio de personal, lo que hace que los trabajadores se especialicen en su trabajo.

“Sin embargo, de los productores que realizaron la encuesta, ninguno presenta procesos de internacionalización. Este aspecto se puede mejorar mediante estrategias que exportación, según sugieren las mismas empresas”, concluye la estudiante de maestría de la U.N.

La estudiante Morales Villamil manifiesta que estas buenas prácticas deben ser aprovechadas por las pequeñas empresas lecheras del país para que empiecen a establecer competitividad y un desarrollo institucional de sus organizaciones.

La falta de infraestructura y la rotación constante de personal en las pequeñas organizaciones, entre otros factores, hacen que estas no sean competitivas.